11. De la piedra en el camino y las letras del Libro
El camino se parte aquí, tú a lo mejor no lo ves, desde ahí desde donde estás sentad@. Pero se parte. Hay una piedra gigante -para Titus B. más gigante que para mí ;)- taponando la senda. El pequeño duende se acerca a ella. Deja por vez primera desde que lo conozco el Libro en el suelo y la manosea llevando los dedos todo lo alto que lo dejan sus brazos…
- Mira, mujercita.
Miro.
- Lleva esculpida una leyenda, ¿la ves? Aquí, casi en la base, a mi altura, entre las sombras. Agáchate, agáchate más.
Al tenderme de bruces sobre el suelo veo la inscripción. Pero está muy borrosa y escrita en una lengua extraña. No sé leerla.
Titus B. se acomoda sobre la nariz las minúsculas lentes que lleva atadas con un cordel blanco al chaleco. Y con las manitas va marcando el sendero por el que discurren las palabras.
Y lee:
«Con ayuda de Dios omnipotente, esta piedra os librará y preservará de todas las enfermedades, por graves que sean, y os protegerá del dolor y las penalidades y de todo aquello que pueda dañar al cuerpo o al alma. Os conducirá de las tinieblas a la luz; del desierto, al hogar; de la pobreza, a la riqueza».
Libro de los siete capítulos
Comentarios
Publicar un comentario