El libre albedrío...
«Tony no sabía lo que era eso. De niño tal vez lo
supo, pero lo había olvidado. Debía de ser una cosa linda. La taza de café o el
trago de ron debían saber mejor, el humo del tabaco, el baño de mar un día
caluroso, la película de los sábados o el merengue de la radio, debían dejar en
el cuerpo y el espíritu una sensación más grata, cuando se disponía de eso que
Trujillo les arrebató a los dominicanos hacía ya treinta y un años: el libre
albedrío».
Mario Vargas Llosa, La
Fiesta del Chivo
Comentarios
Publicar un comentario