Del anciano Polonio a su hijo Laertes
Hojeando mi cuadernito de notas…
<<(…) procura imprimir en la memoria estos
pocos preceptos. No publiques con facilidad lo que pienses, ni ejecutes cosa no
bien premeditada primero. Debes ser afable, pero no vulgar en el trato. Une a
tu alma, con vínculos de acero, los amigos que adoptaste después de examinada
su conducta, pero no acaricies con mano pródiga a los que acaban de salir del
cascarón y aún están sin plumas. Huye siempre de mezclarte en disputas, pero
una vez metido en ellas, obra de manera que tu contrario huya de ti. Presta el
oído a todos, y a pocos la voz. Oye las censuras de los demás, pero reserva tu
propia opinión. Sea tu vestido tan costoso cuanto tus facultades lo permitan,
pero no afectado en su hechura; rico, no extravagante; porque el traje dice por
lo común quién es el sujeto (…). Procura no dar ni pedir prestado a nadie;
porque el que presta suele perder a un tiempo el dinero y el amigo, y el que se
acostumbra a pedir prestado falta al espíritu de economía y buen orden que nos
es tan útil. Pero sobre todo, usa de ingenuidad contigo mismo, y así no podrás
ser falso con los demás: consecuencia tan precisa como que la noche suceda al
día>>.
William Shakespeare, Hamlet
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